Contacto

SISU News Center, Office of Communications and Public Affairs

Tel : +86 (21) 3537 2378

Email : news@shisu.edu.cn

Address :550 Dalian Road (W), Shanghai 200083, China

Leer Más

Si Baltasar Gracián encontrara a Confucio - Li Jiameng


07 March 2016 | By SISU Español | SISU

INTRODUCCIÓN

Baltasar Gracián es un filósofo español del Siglo de Oro que se dedica a escribir las prosas didácticas y filosóficas. Con intencionalidad moralizante, Gracián transmite en las obras sus pensamientos de pesimista para dotar al lector de habilidades que les permitan luchar contra la malicia del hombre. Sus pensamientos son tan precursores que han influido en la formación filosófica de los pensadores occidentales como Schopenhauer y Nietzsche.

Confucio es el pensador más importante de China, cuyos pensamientos y enseñanzas se recopilan en las Analectas (Lun Yu), una obra de rico contenido que rezuma sabiduría. Para Confucio, en el hombre hay una presencia innata de lo bueno y el ser humano debe llevar su bondad natural al extremo a fin de construir una sociedad armoniosa. La doctrina de confucianismo ha tenido una gran influencia no sólo en China sino también en muchos otros países de Asia.

Ambos pensadores filosóficos plantean sus doctrinas en las obras a fin de que la gente se arme de habilidades para vivir bien en las sociedades llenas de turbulencia. Además, existen semejanzas en sus estilos literarios. Por ejemplo, ambos utilizan metáforas y analogías como herramientas pedagógicas con el propósito de hacer las opiniones más comprensibles. Y los dos pensadores suelen concentrar sus pensamientos en máximas breves y concisas, como lo que se presenta en la obra titulada Oráculo manual de Gracián y las Analectas de Confucio. Sin embargo, a causa de la desigualdad existente entre la cultura occidental y la oriental, las enseñanzas morales también son distintas. Si Gracián encontrara a Confucio, se podriá haber producido un gran choque chispeante de pensamientos.

I. La oposición entre sus conceptos de la naturaleza humana

 

 

 


  La concepción de la naturaleza humana de Baltasar Gracián y la de Confucio están en oposición: según Gracián, el ser humano tiene inclinaciones innatas hacia el mal, que reina al hombre y le hace mentiroso, egoísta y vicioso; sin embargo, en la consciencia de Confucio, el ser humano tiene la bondad natural, que consiste en moralidad (de), sinceridad (zhi), benevolencia (ren) y justicia (yi). 

A causa de la desemejanza de los conceptos de la naturaleza humana, los dos filósofos plantean sus doctrinas para enseñar a la gente cómo sobrevivir en una sociedad turbulenta y decadente.

II. Las diferencias entre sus pensamientos filosóficos

 

 

 


  Gracián enseña al hombre a blindarse frente a los demás y convertir a sí mismo una fortaleza que nadie pueda atacar y un manipulador de los otros a través de constante y menuda observación, mientras que Confucio enseña al ser humano a amar al prójimo y llevar al extremo su benevolencia. En otras palabras, comparada con el optimista pensamiento confuciano, la doctrina de Gracián es pesimista. Tal contradicción es justo igual a la oposición entre los dos conceptos de la naturaleza humana, que son raíces de sus pensamientos. 

La diferencia más concreta consiste en la de las opiniones sobre las relaciones con los demás: Gracián aboga por el individualismo y Confucio promueve las armoniosas relaciones con los otros. Gracián opina que los individuos tienen que ser cerrados sobre sí mismo y vivir para sí mismo, aislados de los demás con los que no pueden mantener ningún tipo de relación si no hay interés propio en ella. En El Criticón, Argos comenta sobre la relación familiar como así:

casi todos los arrimos del mundo son falsos, chimeneas tras tapiz, que hasta los parientes falsean y se halla peligro en los mismos hermanos.

Argos no confía nada en las relaciones entre padres e hijos, ni mencionar las entre los amigos:

Hay gran cogida de falsos amigos y poca acogida en ellos, ni hay otra amistad que dependencia: a lo mejor falsean y dexan a un hombre en el lodo en que ellos le metieron.1

Al oír los pesimistas comentarios de Argos, Critilo llega a la conclusión de que el ser humano tiene que no arrimarse a cabo alguno, estarse solo, vivir a lo filósofo y a lo feliz.2

Al contrario de Gracián, Confucio aprecia mucho las relaciones interpersonales, porque la benevolencia se practica a través del comportamiento que una persona tiene para con otra, dependiendo de la relación entre ambas. Según Confucio, la benevolencia tiene su

origen en la piedad y obediencia para con los padres y el respeto por los hermanos mayores. Como dice: El amor filial y el respeto fraternal constituyen la base fundamental de la benevolencia. (“Xue Er”)3 Totalmente diferente a Gracián, Confucio enseña a las personas a tratar bien con sus padres y hermanos y extender el amor filial y el respeto fraternal a los demás. Con establecer las relaciones armoniosas entre las personas, la sociedad también puede entrar

en armonía.

En fin, las enseñanzas morales de Gracián son racionales mientras que la doctrina confuciana es relativamente emocional: Gracián dota a los hombres de las habilidades de no caer en las trampas ajenas, pero Confucio enseña a las personas a amar al prójimo y no tender trampas a los demás; el filósofo español pone énfasis en el individualismo mientras que el chino aprecia las relaciones entre personas en la sociedad.

CONCLUSIÓN

Aunque la sociedad era turbulenta y decadente tanto en la España del siglo XVII en que vivió Gracián como en la China del período de Primavera y Otoño donde vivió Confucio, el filósofo español y el chino no comparten el mismo pensamiento filosófico sino casi contraste. La razón radical de tal contradicción en sus doctrinas es la diferencia de sus concepciones de la naturaleza humana. Según Gracián el ser humano tiene inclinaciones innatas hacia el mal mientras que Confucio sostiene que el ser humano tiene la bondad natural. Basándose en el concepto pesimista de la naturaleza humana, Gracián plantea una doctrina racional, enseñando a la gente a blindarse frente a los demás y descifrar las trampas que le tienden los otros. Al contrario del filósofo español, a partir de la bondad humana natural, el pensamiento de Confucio es

relativamente emocional, considerando la benevolencia como su meollo. Además, Gracián aboga más por el individualismo mientras que Confucio pone más énfasis en las relaciones armoniosas entre las personas.

BIBLIOGRAFÍA

Gracián, Baltasar, El Criticón [M], Cátedra, Madrid, 2009.

Gracián, Baltasar, Oráculo manual y arte de prudencia [M], Cátedra, Madrid, 2009.

Miguel Grande Yáñez, Ricardo Pinilla, Gracián: barroco y modernidad[M], Universidad Pontifica Comillas,

Madrid, 2004.

Traducción al español, Chang Shiru, Analectas de Confucio [M], Casa editorial de enseñanza e investigación

de las lenguas extranjeras, Beijing, 2009.

冯友兰,《中国哲学史新编:第一册》[M],人民出版社,北京,1982

沈清松主编,《中国人的价值观》[M],中国人民大学出版社,北京,2012

 

 

 

 

1Gracián, Baltasar, El Criticón [M], Cátedra, Madrid, 2009, pág. 291.

2 Ibíd., pág. 292.

3 Traducción al español, Chang Shiru, Analectas de Confucio [M], Casa editorial de enseñanza e investigación de las lenguas extranjeras,

Beijing, 2009, pág. 3.

 

 

Compartir:

Contacto

SISU News Center, Office of Communications and Public Affairs

Tel : +86 (21) 3537 2378

Email : news@shisu.edu.cn

Address :550 Dalian Road (W), Shanghai 200083, China

Leer Más