Cada chino que sirva para la ONU, sin importar dónde esté, es un embajador de China”, dijo Xin Ying, una estudiante de posgrado de la promoción de 2022 con especialización en interpretación de inglés en el Instituto de Posgrado de Traducción e Interpretación de SISU. Ella fue parte del primer grupo de voluntarios universitarios enviados a Nepal por el “Programa de servicios en el extranjero ofrecidos por voluntarios jóvenes de China para Agencias de la ONU”, un proyecto iniciado por la Liga de la Juventud Comunista de China (LJCC), tras el establecimiento de un mecanismo de intercambio juvenil entre China y Nepal en 2009.

Cuando Xin llegó por primera vez a Katmandú, describió su impresión inicial de la gente de Nepal de esta manera: “Viven una vida relativamente tranquila, visten trajes tradicionales, tratan a los demás con calidez y les gusta reunirse en las azoteas de sus casas para tomar té y charlar ”. Nepal se encuentra en las estribaciones del sur del Himalaya. A pesar de las condiciones económicas relativamente precarias, los nepaleses llevan una vida muy feliz, tranquila pero animada. Xin vivía en un barrio local densamente poblado, un entorno perfecto para sumergirse en la vida y la cultura local como “extranjera”. Durante sus descansos, a menudo era invitada por su casera a probar comida local, salía con amigos jóvenes, presentaba la cultura china a sus colegas y aprendía idiomas unos de otros. “Todo fluye tan naturalmente que me siento completamente integrada sin darme cuenta”.

Cuando Xin se encontró por primera vez con Nepal en una interpretación, la amabilidad y cortesía de la gente nepalesa dejaron una profunda impresión en ella, lo que también la motivó a solicitar el puesto en la Oficina del Coordinador Residente de la ONU en Nepal. El Coordinador Residente de la ONU (CR) es el representante de rango más alto del Sistema de Desarrollo de la ONU a nivel nacional, promoviendo el trabajo de la ONU en el proceso de desarrollo sostenible sobre el terreno. Sin duda, fue un gran desafío para ella trabajar en un entorno lleno de jerga y complejos mecanismos de colaboración.

“Afortunadamente, mi preparación fue bastante adecuada”. La formación previa al servicio realizada en SISU impresionó profundamente a Xin, especialmente uno de los talleres, que le permitió comprender las enormes diferencias entre las personas de diferentes estatus sociales, y la hizo más clara sobre el propósito, significado y deberes de las organizaciones internacionales representadas por la ONU. “Mis habilidades en inglés adquiridas durante mis estudios de pregrado facilitan mi comunicación con extranjeros; los materiales en la formación de interpretación en SISU, incluidos documentos oficiales y discursos del Secretario General, me han familiarizado con el sistema de la ONU”, dijo Xin.

Durante la entrevista, Xin recordó especialmente su experiencia con un compañero de trabajo con discapacidad visual que tenía excelentes desempeños laborales en su equipo incluso sin la ayuda de un bastón. La comunicación y cooperación con él no solo ampliaron sus perspectivas sobre la igualdad, sino que también remodelaron profundamente sus valores. Se dio cuenta de que para las personas con discapacidad, el exceso de cuidado, apoyo o ayuda podría ser percibido como una desconfianza en sus habilidades en todas las áreas. “Lo que realmente necesitan son oportunidades de trabajo iguales y pleno respeto por sus derechos para elegir su trabajo y estilo de vida. Verlos como personas ordinarias es lo más central, lo que explica por qué hoy abogamos firmemente por expresiones como ‘personas con discapacidad’. Este cambio no solo se trata de lenguaje, sino también de una creciente conciencia de la diversidad y la inclusión”, dijo Xin.

Como joven voluntaria internacional, Xin se compromete también a compartir su experiencia como voluntaria con el mundo y a animar a más personas a participar en asuntos públicos internacionales. Ella cree que fortalecer la amistad y el entendimiento mutuo entre personas de diferentes países a través de historias como la suya y el valor chino de construir una comunidad humana con un futuro compartido conducirá a un mundo más armonioso y diverso. En sus palabras: “El UNV, coorganizador del proyecto al que asistí, tiene un lema: ‘Somos inspiración en acción’. Aunque nuestro trabajo pueda parecer poco destacado, nuestras palabras y acciones pueden influir en la impresión del mundo sobre China. Por lo tanto, llevamos una misión de gran importancia”.

El programa al que asistió Xin fue la primera vez que China envió a jóvenes voluntarios a agencias de la ONU de manera organizada y a gran escala, centrándose en cultivar a talentos con un sentido de responsabilidad social, el dominio de las reglas operativas en organizaciones internacionales y una perspectiva internacional y competitiva. SISU fue una de las primeras en participar en este programa y hasta ahora ha enviado a nueve estudiantes para trabajar en el extranjero como voluntarios internacionales, con otros cinco como asistentes de coordinación de programas en la oficina de VONU China. SISU también estableció la primera base de capacitación e investigación de servicios voluntarios en el extranjero de China para apoyar el desarrollo del programa.

Al igual que Xin, quien integró el trabajo voluntario con su desarrollo personal, Wang Naitong, una estudiante de posgrado de la promoción de 2022 con especialización en el Chino como Lenuga Extranjera de la Escuela de Estudios Chinos, se ha dedicado al voluntariado a través de una serie de actividades como la enseñanza en el Instituto Confucio y la participación en el Programa Lejano Oeste de China.

Influenciada por la tradición familiar, Wang soñaba con ser maestra desde joven. Durante sus estudios universitarios como estudiante de español, notó muchos programas de enseñanza voluntaria y pensó en cómo combinar el español con su sueño de la infancia. Eventualmente, eligió el Instituto Confucio en la Universidad de Panamá entre varios programas. “Cuando me gradué de la universidad, pensé que era muy genial y significativo promover el idioma y la cultura chinos en el extranjero aprovechando el idioma que aprendí”.

“Los estudiantes de la Universidad de Panamá estaban muy interesados en la cultura china y eran muy amigables con nosotros. Nos llamaban ‘compatriota’ en español. El Instituto Confucio no solo enseña chino, sino que también difunde la cultura china. Por ejemplo, durante el Festival de Primavera, presentamos la caligrafía china y el recorte de papel, en los cuales los estudiantes mostraron un gran interés. Escribieron el carácter chino ‘福’ (fu, felicidad), sus nombres y saludos. Se sintieron felices por nuestro estímulo y nosotros por su progreso.”

Había mucha diversión en el Instituto, lo que le permitió tener una comprensión más concreta de la “comunicación intercultural”. Por ejemplo, el Instituto compró y crió un cerdito para dar la bienvenida al Festival de Primavera del Año del Cerdo y ayudar a los estudiantes a aprender sobre el zodíaco chino. “Los estudiantes estaban muy emocionados y observaban al cerdo siempre que terminaba la clase. ” Numerosos detalles interesantes y vívidos llevaron de manera inadvertida la cultura china tradicional a los estudiantes panameños.

Después de su servicio voluntario de un año en el Instituto Confucio en Panamá, Wang decidió seguir su carrera en la enseñanza del chino a extranjeros y se unió al Programa de Maestría en Enseñanza del Chino a Hablantes de Otros Idiomas (MECHOI) de SISU. SISU está entre las primeras 24 universidades aprobadas con programas de maestría de MECHOI y ha establecido especialidades según diferentes idiomas. Se encontró perfectamente adecuada aquí, ya que tenía una licenciatura en español.

En el programa MECHOI, con la ayuda de profesores extranjeros y compañeros estudiantes internacionales, mejoró su capacidad de comunicación intercultural y habilidades de enseñanza a través de clases y competiciones. En su primer año de estudio, fue recomendada por la Escuela para participar en la “Copa Zhushi”, una competencia de habilidades de enseñanza para profesores internacionales de chino, y ganó el tercer premio en la final.

A partir de SISU, Wang ahora está embarcando en nuevos desafíos. En abril de 2023, participó en el Programa Lejano Oeste de China. Las cosas no salieron tan bien como se esperaba. Tenía la intención de postularse para el proyecto especial de Educación Rural, pero fue asignada a una oficina de subdistrito en el Distrito de Bishan, en las afueras del municipio de Chongqing. Sin embargo, disfrutó yendo a donde la llamaban y tomó la posición desconocida como una oportunidad para perfeccionar sus habilidades.

Ante la mala calidad de alojamiento y las severas condiciones climáticas durante el invierno, Wang se enfrentó a muchos problemas, como ayudar a los agricultores locales a arar la tierra en el pueblo de la montaña con calma y valentía. Se adaptó rápidamente y obtuvo una comprensión más profunda del trabajo comunitario al trabajar personalmente en ello.

Al integrar su experiencia lingüística con el trabajo voluntario, también esperaba contribuir a la educación rural a través de conferencias públicas y clases, y promover el desarrollo de los jóvenes locales. Su dedicación a la educación juvenil estaba en línea con el objetivo del Programa Lejano Oeste.

Tanto la experiencia de Xin Ying como la historia de Wang Naitong ejemplifican el compromiso de innumerables miembros de la Asociación de Jóvenes Voluntarios de SISU desde su establecimiento en 1997. Los voluntarios de SISU continuarán con el espíritu de voluntariado y avanzarán de manera sólida en la nueva era.