Estudiar en el extranjero a lo mejor es un sueño obsesivo para muchos estudiantes, sobre todo para los que estudian lengua extranjera. Sin embargo, cuando el sueño finalmente se hace realidad, ¿con qué vamos a encontrar? ¿Es tan dulce como soñamos? Las respuestas a esta pregunta podrían discrepar, y aquí me gustaría compartir mi experiencia con ustedes.

Como durante el segundo año de mis estudios de posgrado en SISU no tengo clases, solicité el Máster en Investigación en Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y me admitió. Estoy en Madrid desde septiembre del año pasado. Ahora, cuando vuelvo a ver el camino que he recorrido durante este medio año, recordando lo que ha pasado y lo que he experimentado, puedo decir firmemente que realmente merece la pena tener la experiencia de estudiar aquí.

Ante todo, quería mencionar una cuestión primordial: vivir. No se rían, por favor, porque no sólo me estoy refiriendo a “sobrevivir”, sino también a “vivir legítimamente”: tenemos que disponer de un documento que nos legitima la estancia de aquí. Para obtener este documento, primero hemos de alquilar un piso y obtener el contrato firmado entre nosotros y el propietario de la vivienda, y luego solicitar el empadronamiento en el Ayuntamiento Municipal. Después de reunir todos los papeles, solicitamos el DNI de extranjeros a la comisaría. Aunque todo parece un lío, nos ofrece una oportunidad perfecta para tratar con casi toda clase de personas: caseros, porteros, funcionarios, policías, peatones, etc.. Espero que no se espanten, porque cuando estén fuera de nuestro país, se darán cuenta de que estos trámites son totalmente normales para los extranjeros.

Además, nos podría dar la impresión de que aquí en España, todo se solicita: la tarjeta de transporte público, la tarjeta bancaria, etc. e incluso el carnet de estudiante. A veces concertamos una cita previa para entregar los documentos necesarios y, otras tantas, los entregamos por internet, esperando, posteriormente, a que nos llegue el documento solicitado a nuestro domicilio. Al principio, a lo mejor, no entendíamos este procedimiento, porque en China hay más eficiencia, todo lo sacamos directamente en la ventanilla del servicio, pero aquí hay que esperar. Sin embargo, cuando nos acostumbramos, comprendemos que la sociedad funciona así, y no deberíamos quejarnos por ello. Y si encuentran algunas dificultades, no se preocupen y estén tranquilos, seguramente todo se solucionará al final, porque la sociedad de España es servicial, y su gente ayuda.

Ahora volvamos a nuestro tema. Como no soy estudiante de intercambio, sino estudiante de máster, tengo que esforzarme más. He de cursar ocho asignaturas durante el año académico además de un TFM (trabajo fin de máster). Honestamente, siendo extranjera, las asignaturas no son fáciles para mí, sobre todo aquellas de investigación histórica del español. Afortunadamente, todos los profesores tienen mucha paciencia, y tienen sus propios horarios de tutoría para atender a los estudiantes que tengan dudas de cualquier tipo, sean del trabajo de la asignatura o sean de otro tipo relacionadas con su especialidad. Y los compañeros de clase también nos ayudan, nos han enseñado a los extranjeros cómo funciona la biblioteca y nos han dicho los formatos generales de los trabajos, y también nos contestan, amablemente, preguntas sobre el contenido de las clases.

Hemos mencionado de la biblioteca: es genial. Cada facultad dispone de su propia biblioteca, y abundan recursos bibliográficos para que ampliemos conocimientos. Quizás un libro original que les hubieran gustado leer desde hace mucho pero que no pueden encontrar en China, lo encuentren aquí. Además, hay diversas actividades estudiantiles en las que podemos participar, organizadas por la facultad o por los alumnos, por ejemplo, “Jornada Cultural”, “Acción Poética Madrid”, etc.. Es decir, fuera de clase y de la biblioteca, hay más lugares en los que podemos estudiar, aunque de diferente manera, y, como extranjeros, cualquier actividad nos sirve como experiencia nueva y especial.

También me gustaría hablar de las celebraciones de los días festivos de la ciudad. Sabemos que cada festivo tiene sus celebraciones de forma específica. Estudiando aquí, tienen la oportunidad de sentir y experimentar en persona los diferentes ambientes festivos. Sabrán que no es nada fácil comer doce uvas seguidas en unos doce segundos; experimentarán la misma felicidad poniéndose en medio de la multitud gritando “Feliz año” en la Puerta del Sol; verán la pasión del desfile de Carnaval; y también la representación impresionante de fuegos artificiales acompañados con música en la plaza Cibeles, destino del desfile… Además, como Madrid está situada en el centro de España, es fácil llegar a cualquier rincón del país, sólo necesitamos un billete de autobús. Siendo de Europa, el visado español nos permite viajar a la mayoría de los países de la UE: Francia, Alemania, Grecia, Italia, etc., con un solo billete de avión, podemos visitar las arquitecturas de fama universal y los patrimonios histórico-artísticos más importantes. Cuando todas estas escenas que antes aparecían sólo en libros y vídeos se presenten realmente ante sus ojos, seguramente sentirán que estudiar aquí en España es una decisión estupenda.

    En fin, podemos decir que estudiar en el extranjero es una experiencia que uno no puede perder. Nos hace sentir claramente la pequeñez de nosotros mismos y la grandeza del mundo. Podemos aprender y disfrutar de la vida de aquí, también la experiencia nos hace reflexionar, crecer y madurar. Brevemente, vale la pena estudiar en el extranjero, y, especialmente, en España.

Liu Yitong

Alumna de posgrado