Al caminar por las calles de China, se puede encontrar fácilmente una cafetería y pasar un rato en ella tomándose un refresco es una buena opción para escapar de las tardes calurosas de verano. Junto con la bebida, es bueno comer un poco de pastel, y los productos derivados del chocolate siempre han sido del gusto y aceptados por todos. Sean hombres, mujeres, niños o personas de la tercera edad, a todo el mundo le gusta el chocolate. 

Desde la Reforma y Apertura hacia el exterior, China abre su puerta hacia el mundo y productos de todos los países entran al continente chino. Hoy en día, el chocolate ha llegado a ser una exquisitez cotidiana para los chinos, sin embargo, muchos no sabemos de dónde viene el chocolate. 

El chocolate proviene del cacao, cuyo origen está en el otro lado del Océano Pacífico. Consumir el cacao en el continente americano es tan antigua como beber el té en China. Según varias leyendas, los chinos descubrieron el té hace 4.000 años, y hace 3.000 años los chinos ya habían dominado los conocimientos de preparación del té, además, iban desarrollando la cultura del té. Contemporáneamente, las selvas tropicales ecuatoriales, que actualmente pertenecen a los territorios ecuatorianos, eran lugares originales de la cultivación del cacao. Los indios ecuatorianos eran los primeros en consumir el líquido de cacao y lo consideraban como un tipo de medicina. Posteriormente, el cacao fue llevado a América central por el negocio entre las regiones, y en ese sitio, el cacao se convertía en una bebida sagrada para las grandes civilizaciones mesoamericanas. 

Hace 500 años, los europeos tenían un enorme interés por el Oriente lejano. Durante sus largas navegaciones hacia Asia, llegaron a un continente desconocido por casualidad y esto dio comienzo al encuentro de dos mundos. Las indígenas festejaron a los conquistadores españoles con cortesía y les prepararon esta bebida sagrada “el cacao”. Aunque lo que pasó a los amerindios fue desagradable, esto fue la primera vez que los occidentales consumieron el cacao. Los conquistadores volvieron a Europa llevando el cacao, sin embargo, su sabor no era del gusto de los europeos, porque el líquido de cacao era picante y amargo, por lo cual, la gente lo mezcló con leche y azúcar e inventó uno de los mejores postres del mundo, el chocolate. 

El chocolate fue llevado a China por la mano de los sacerdotes occidentales en la Dinastía Qing durante el reinado del Emperador Kang Xi. En aquella época, la manera de tomar el chocolate era beber la infusión de cacao con agua hervida y con azúcar, como la manera de tomar el té en Europa. El primer chino que tomó la bebida de chocolate por supuesto fue el Emperador Kang Xi, quien le dio el apodo “té occidental” al chocolate. Esto fue la primera vez que el té y el cacao, que provenían de diferentes continentes, y representaban culturas distintas y civilizaciones diferentes, se encontraron en el territorio chino. No obstante, el chocolate era una bebida para los nobles y la burguesía, no solo en China sino también en Europa. La infusión de cacao no estaba al alcance del pueblo llano hasta los finales del siglo XVIII. 

Como el té y el café, cada tipo del cacao tiene su propio sabor. Hay un sabor más ácido y un sabor más amargo. Tras décadas de modernos plantíos, el hombre cultiva masivamente los tipos de cacao cuyos sabores son más aceptables para todos. Gracias a la cultivación masiva y la comercialización del cacao, hoy podemos conseguir fácilmente los productos relacionados con el chocolate. Además, la industria de la cultivación del cacao y la elaboración del chocolate genera miles y miles de puestos de trabajo. Sin embargo, como el sabor del chocolate puro, la realidad de la comercialización del cacao es agridulce. Por un lado, el chocolate está al alcance de todos, por otro lado, los campesinos que cultivan el cacao quizá nunca hayan comido el chocolate hecho por el cacao cosechado por sus manos. La causa de este panorama es que el precio del cacao está dominado por los capitalistas occidentales. Ellos compran la cosecha del cacao por contrato de futuros a precios bajos, y luego venden los productos elaborados a precios altos. La mayoría parte del lucro generado por la industria se concentra en manos de los más ricos. Los campesinos trabajan con diligencia diariamente, pero no disfrutan la ganancia que merecen.

Frente a esta situación, en Ecuador, unos empresarios autóctonos fundaron marcas de chocolate para ayudar la vida de los campesinos. Al principio, empezaron a cultivar el cacao autóctono y no transgénico por manera orgánica, que redujo el uso de pesticida y mejoró la calidad del cacao. Luego, fundaron fábricas para la elaboración y la producción del chocolate usando su propia cosecha de cacao. En los negocios tradicionales, porque no tenían su propia marca, los campesinos solo podían hacer los trabajos con salarios mal pagados. El establecimiento de marca mejora la gestión de calidad de los productos, genera más lucros para los campesinos, aumenta la competitividad internacional del país y protege las especies originales del cacao y el medioambiente en el que crece el cacao. Ahora, el 60% de los mejores cacaos provienen de Ecuador.

Estos años se ha consolidado mucho la relación bilateral entre China y Ecuador, por eso, hoy en día, en China se puede encontrar fácilmente no solo los chocolates de las marcas ecuatorianas, sino también, otros productos provenientes de Ecuador y viceversa. En Ecuador, nuestro amigo que está en el otro lado del Océano Pacífico, también se puede conseguir los productos de China, pese a que han pasado muchos años, el té sigue siendo el producto agrícola representativo de China. Estos productos han llegado a ser una parte de la vida cotidiana del pueblo de ambos países. Los chinos han creado una bebida que se llama el té con leche con chocolate, es un refresco muy aceptado en la nación china, podemos decir que es una mezcla entre las plantas representativas de China y de Ecuador. Para mantener una relación hace falta el esfuerzo de ambos partes, como la receta del té con leche con chocolate, el té y el chocolate son iguales imprescindibles, y la relación entre dos países también funciona así. El pueblo chino es un amigo fiable para el pueblo ecuatoriano, puesto que tenemos un pasado similar en el que fuimos colonias o semicolonias de los imperialistas occidentales, que estuvimos en la capa inferior de la cadena de producción y fuimos oprimidos y explotados por los capitalistas, y ahora nos hemos librado de esa situación penosa y tenemos el mismo deseo de ser socio en el desarrollo comercial. 

La antigua ruta de comercios entre ambos lados del Océano Pacífico ha tenido la nueva significación de ser parte de Una franja y una ruta. La Exposición de Productos Importados de Shanghai en 2018 ha sido un manifiesto de la determinación del aumento de la fuerza de la apertura hacia el exterior. Con la reivindicación de la antigua ruta comercial, no solo el intercambio del té y el cacao sino también el intercambio de todos los productos podrán ser más intensos. Esto profundizará la comunicación entre el pueblo chino y el ecuatoriano y se consolidará la amistad de ambos países. El pueblo chino siempre ha sido un pueblo hospitalario, en el futuro, seguiremos acogiendo a nuestro amigo ecuatoriano con hospitalidad, ojalá que nuestra amistad sea tan dulce como el té con leche con chocolate.

(Obra galardonada por la embajada del Ecuador en China en el IX concurso universitario de ensayos escritos en español con el tema:"Cacao, la Pepa de Oro del Ecuador")